De chica ella buscaba el cuaderno guardado en el cajón de la cómoda de madera caoba. Siempre cerraba la puerta y se miraba en el espejo de las tres lunas. Leía a escondidas esa letra cursiva inglesa, la abuela escribía en las páginas. Ella sabía que le contaba esas historias solo a ella. Mientras escuchaba a sus hermanitos que jugaban a la pelota golpeando contra la pared contigua. Ella no sabía aún que la abuela muerta sonreía en el espejo y le tocaba el hombro para decirle que escribieran juntas. Es que no todas las cosas tienen explicaciones sencillas en el plano de lo real sin la maravilla. Eso sí. Ya lo sabía ella... Tere Sibemhart Aún Otoño 2023 ...Ella para escribir, a veces armaba una especie de carpita con una manta, unos libros apilados a los costados y almohadones. No llevaba un diario. No. Solo escribía todos los días algo que se le ocurría, podían ser los sueños si lograba recordarlos y anotar rápido. A veces tomaba esos sueños y tiraba del hilo, entonces encontraba hist