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Mostrando entradas de mayo, 2023

Mis ojos

 Mis ojos viejos aún  me dejan ver este mundo Persistencia de vida sigue en mí y no sé hasta cuando Pero sigo andando y guardo la mirada porque siempre vuelve nueva Ni mejor ni peor la quiero Solo quiero que mire nueva hasta donde pueda Tere Sibemhart Otoño 2023

Tormenta

  Retumba la tormenta en la noche los ojos como vasos de cristal La memoria es telaraña vacía Con el rayo estalla sin alumbrar Retumba la tormenta en la noche Los ojos como vasos de cristal la piel sabe que pierde el galope el rayo estalla sin alumbrar La memoria telaraña vacía ni con lluvia se podrá rescatar el silencio graniza y espía una ráfaga llorona de sal Ruge trueno. Grita lluvia de sal telarañas y vasos de cristal La hoja resistió olvidó el caer calle color león no quiso ser La tormenta silba en el final hojas en tentación se persignan al cielo le prometen olvidar no amar la caída otoñal  Rugir trueno. Gritar lluvia de sal telarañas y vasos de cristal La hoja resistió olvidó el caer calle color león no quiere ser  Hojas sin tentación olvidaron el caer calles color león gotas quieren beber Tere Sibemhart Otoño 2023

Nena

   En una esquina cualquiera de una ciudad dormida hay una nena  En una casa cualquiera  de una ciudad oscura hay una nena que dibuja en la ventana  En la habitación  hay otra nena que juega que derriba bloques  de cemento  Sentada en la cama  hay otra nena que juega  con las otras nenas  y pinta paisajes verdes  en el corazón sin color de la ciudad que duerme  y hay una nena que escapa de la infancia que le falló      Tere Sibemhart  Otoño 2023

Reflejos

Noche veo tu luna Mar en la negrura  veo tu espuma A lo lejos adivino  un horizonte dos luces trazan la línea - Son estrellas?  pregunto - No. Son embarcaciones. Como imanes se atraen, hasta que allá lejos  se acoplan. Hipnótico resplandor en el agua invisible Ahí me quedo Teresita Sibemhart

Fantasmas

  Amor si ya no estás fósforo sin suerte soy Soy boca en la cornisa deseo al viento voy Ay amor cuándo te vas en borrajas de olvido se deshojan las sábanas se sublevan los sentidos Mi cuerpo en soledad es espina que te llama y soy voz callada amor maremoto en tu playa La vida es un disfraz en la ciudad de ficción que ahoga mis pisadas en baldosas de cartón                              Soy máscara sin canción el espejo olvida mis miradas Soy fantasma sin canción la niebla dispara mis palabras Teresita Sibemhart Otoño 2023

Destino

 El karaoke de las redes pinta la ciudad como una torre de babel. Cada día es más áspero que el anterior. Degustadores de humo, los  ciudadanos, andan como altavoces cantando letras de arena llevada por vientos de tormenta del desierto. Las moles de cemento estresan el paisaje  ni un coro de ángeles puede salvarnos. Hacia dónde seguir escapando si tenemos pies de barro, en el recodo vociferan panes con estrellitas de cotillón, pero si cedemos a calmar el hambre con ese desvío, la indigestión nos sepultará en un cráter de lava. Teresita Sibemhart Otoño 2023

Horizontes

  Amanece en la lejanía de otro tiempo y lugar, verde en la llanura verde en la espesura verde sin sequía Verdes sin fumigar abrazan las semillas sostienen las espigas La tarde se muere en la cercanía del presente, ya no hay arcoiris puro ni arroyo con agua limpia Fumigan la tierra asesinan la vida y los soles y las lluvias con venenos con transgénicos Tere Sibemhart Otoño 2023

Enamoramiento

Fue inmenso su deseo. No podía respirar sin estar a su lado. Quería sentir su piel, sus pliegues, mirar sus ojos, juguetear con su pelo y dormirse en su cama. En los espejos buscaba su rostro. Esa pasión le costó la vida. Quiso abrazarse un día y con sus manos atravesó el cristal espejado. Teresita Sibemhart

Cuadro

Hilvanaba en colores pastel la tela. Cada diminuto cuadrito, trazado con exactitud, tenía un tono preciso. Era su pincel ligero como una pluma. El hombre cumplía un mandato, sin ver el conjunto de la obra. Así, durante días, meses y años siguió pintando. Cuando llegó a cubrir cada punto de la superficie, contempló  la imagen y le pareció conocida. Un niño y una mujer abrazados en el agua, cerca de una costa.  Entonces recordó su país natal, el cruce del Mediterráneo, el miedo, la tristeza y cómo su madre lo había salvado. La extrañeza era la trama del cuadro. Teresita Sibemhart Marzo de 2022

Cansancio

  Cansancio El día comienza a las seis de la mañana. Un mate cocido y una tostada. Despierto a los chicos, les hago la leche y los dejo con el papá. Él los lleva a la escuela. Yo me voy caminando hasta la ruta, espero el colectivo que viene lleno. Me tomo el tren Sarmiento, me dejo empujar para poder subir. Ahí me quedo apretujada, cuidando mis cosas y que ninguno se haga el vivo, voy hasta Estación San Pedrito. Cuando salgo acomodo el cuerpo y me fijo que no me falte nada. Camino hacia Avenida Avellaneda. Llego a Yerbal, bajan la barrera y tengo que esperar para cruzar las vías del tren. Llego al negocio donde trabajo de vendedora. Ya abrió, me retrasé cinco minutos, como mucho. - Otra vez tarde-  me dice la dueña. Entonces te toca limpiar los vidrios. Cumplo sin protestar y después acomodo ropa, atiendo clientas. Todo el tiempo parada. Como algo, lo que venga. A las siete de la tarde salgo y vuelvo a hacer el mismo recorrido al revés. Parada, apretujada, busco lugar cerca de ventanas